Este tipo de escultura se generalizó en la época baja y ptolemaica. Tenía una función funeraria y servía de recipiente para guardar y proteger el papiro de El libro de los muertos, colocado en todas las tumbas como una ayuda al difunto en su tránsito a la otra vida. Esta pieza es peculiar no solo por su funcionalidad, sino porque unifica a tres deidades: Path, Sokar y Osiris. En este caso Path funge como un dios creador dentro de la teología menfita; Osiris es el dios de los muertos y Sokar es un aspecto del mismo Osiris. Osiris tiene un aspecto como muerto, otro como descuartizado y como resucitado es Sokar. Se representa como un halcón echado el cual tiene una connotación solar. La cabeza sostiene un gran tocado compuesto por dos altas plumas verticales con un disco solar, las cuales se apoyan en dos cuernos horizontales que sobresalen a ambos lados de la cabeza. En el extremo frontal de la base queda la huella de la existencia del dios Sokar. Lamentablemente ya no existe hoy. La iconografía de esta pieza corresponde al período ptolemaico ya que la expresión de su rostro aparece con los ojos desmesuradamente abiertos, característica representativa de las esculturas de ese período. Igualmente porta una larga peluca que deja las orejas al descubierto. La boca es pequeña y carnosa.